MI NEGATIVA a “hacer de escritor” me recuerda uno de los mejores elogios que me han hecho nunca. Verónica de La Elipa tenía un grupo de amigos a los que les presentó a muchos poetas de Madrid, entre ellos yo. Y estos amigos suyos le solían decir:
—El único poeta que nos has presentado que parece una persona sencilla y normal es Batania.
Aunque no sé si dirían eso ahora de mi Vanessa, porque la soledad no deja de trabajar un solo día y te vuelve cada vez más rara.