NUNCA HE fumado un cigarro en mi vida, ni siquiera una sola calada, ni he tomado m谩s drogas que alcohol de baja gradaci贸n (cerveza y vino), un vicio del pasado que tambi茅n ha desaparecido de mi vida de la forma m谩s simple, desde hace al menos seis a帽os, pues mi gusto y mi cuerpo ya no lo soportan. Pero sin duda la figura de mi padre ayuda en este rechazo: mi padre es la figura que mayor atracci贸n ejerce en mi vida, hasta el punto de que mi padre soy yo, pero a la vez tambi茅n lo rechazo en tres frentes: por todo lo que fumaba, por todo lo que beb铆a y por haber tenido cuatro hijos cuando no estaba dispuesto a encargarse de ellos.
Tampoco quiero decir que los errores con los que yo me estoy destruyendo sean mejores que los de 茅l. Al contrario. Pero ser铆a una estupidez que yo me pusiera a fumar o a beber o a dejar descendencia, teniendo a la vista su ejemplo, cuando por mi pasi贸n de palabrista soy una persona en situaci贸n de generar otro tipo de drogas y otro tipo de hijos.