Febrero 2019


ESTUVE AYER a punto de comprarme un geranio para aumentar el ecosistema de Maracaná, pero al final lo pensé mejor y me detuve. No. Todavía no estoy preparado para convivir con una planta. Se me moriría en menos de un mes por falta de cuidados y luego, seguramente, se me aparecería cabreada y nocturna, como el padre de Hamlet, para llenarme de reproches.