DESDE HACE un tiempo no consigo aguantarme la risa cada vez que me miro de forma sostenida al espejo. Mi sentido del humor no se detiene: ser un personaje cada vez más ridículo me lo pone a huevo. Tendría que aprender a controlarme, sin embargo, porque he leído que los ataques de risa no son buenos en edades avanzadas y hasta se puede morir de eso.