Enero 2019


QUÉ BONITO eso que dice Piglia en sus diarios de que su vida se podía dividir por las bibliotecas que iba regalando a medida que cambiaba de hogar o de pareja. Yo también perdí una de 7000 ejemplares y me está empezando a doler la de ahora, que también tendré que donar, pero también me alegro de la tercera biblioteca que empezaré cuando se acaben estos tres años de alquiler.