Enero 2022


LO MEJOR de una edad como la mía, donde ya voy comprendiendo que no voy a cumplir mi sueño de ser Spiderman pero por fortuna tampoco voy a convertirme en una persona de provecho, es que estoy empezando a mirar mis errores con distancia, sonriente, muy divertida de mi galimatías andante, incluso en lo que respecta a la literatura. Recuerdo que cuando llegué a Madrid me flagelaba mucho los días en que no escribía una sola línea, pero ahora, en cambio, hasta me vacilo mucho cuando no lo hago: oh, no, Vanessa, cómo que no escribiste nada, eso es imperdonable. Si además ya sabes que casi nadie escribe. Que hay pocos libros. Oh, sí, haces muuuucha falta.