Noviembre 2021


PARA VIDA la mía. No he pegado golpe desde que salí de Lauros. Mis profesores, mis curas, mis monjas, mi familia… alucinarían si supieran que no hice caso a ninguna de sus llamadas a disciplinarme y encima tuve la razón. Desde hace dos semanas he descubierto los audiolibros y se me hacen cortos los ocho kilómetros que camino desde el trabajo a mi piso Maracaná, por lo que sigo caminando hasta Usera o Islazul. Qué milagro es la lectura, cómo estoy salvando mi vida gracias a ella, de qué forma los libros se han convertido en el último clavo que me mantiene dentro, pues es mi interés nunca menguante por leerlo todo la prueba de mi amor por esta existencia, un amor que aborrece los límites: yo no podía restringirme a mi lugar y mi época, yo necesitaba amar más