COMPRÉ BERENJENAS en el súper y me acordé de que mi padre fue el primero de Lauros en cultivar esa planta, ante el asombro y hasta rechazo de los laurotarras:
—¿Berenjenas en Euskadi? ¡En mi vida he oído!
Las hago rebozadas, igual que los calabacines, a los que se parecen también en sabor. Tiene la berenjena, sin embargo, un glamour que el calabacín no tendrá jamás. Haced esta prueba: imaginad que del interior de una berenjena sale Beyoncé, y veréis que es posible; imaginad en cambio que sale del interior de un calabación y veréis que es imposible: de un calabacín pueden salir Trump, Bolsonaro o Boris Johnson, nunca Beyoncé.