AL FINAL conseguí mi informe de vida laboral de forma gratuita, pues lo necesito para firmar el nuevo alquiler de Maracaná, y descubrí que llevo trabajados 20 años y cuatro meses. Trabajar es un decir: yo solo he currado de verdad nueve meses en mi vida, cuando vivía en Vizcaya, repartidos en dos meses de peón de albañil, cinco en una cooperativa agrícola y dos en una empresa que fabricaba piscinas de plástico. Los restantes 19 años y medio los he pasado sentado en una butaca mullida, leyendo libros, y aun elogiado por el personal "porque existe un conserje por la noche que nunca se duerme". Tengo 48 años y no he dado golpe desde que he salido de Vizcaya; me propuse llevar una vida de vaga y maleante y no me he apartado un centímetro de mi proyecto.
