TIRANDO DEL hilo recuerdo, en mis tiempos por los frontones de Vizcaya y Cantabria, que salió el rumor de que un aldeano cántabro que vivía solo en el monte se follaba a las cabras, y entonces mi compañero de pala parejas y una de las mejores personas que he conocido en mi vida, Ramón, nos dijo muy serio:
—Si yo estoy en el monte solo con las cabras, y nadie más va a saberlo, yo también me las follaría.
Entonces lo miré horrorizada, pero a medida que el tiempo ha pasado y mi soledad crónica ha provocado que yo también empiece a hacer cosas extrañas (no tan graves, espero), me he dado cuenta de que Ramón tenía toda la razón. Si no tienes una ama y un aita encima, unos aitites, unos profesores, un cura y el PNV detrás diciéndote que follarte a una cabra es una cosa mala, al final acabas follándotela. Y qué decir de toda la historieta de hombre/mujer u homo/hetero: cajas patéticas en las que encajáis bien las personas que estáis compuestas de cables de un solo color, remedos de robots sin energía ni curiosidad ni imaginación. Para los seres puros que en cambio hemos resistido las sucesivas olas de domesticación de la sociedad, la vida es mucho más variada y difícil que la vuestra, y al final acabamos mirando raro a la cabra :)