LA CULTURA puede hacer estragos en las personas calmadas, pero no creo que haga ninguno en personas como yo, agobiadas por la ansiedad, presas de un interior donde le picotean minuciosos los p谩jaros carpintero. Lo que m谩s sorprende de m铆 es que, a pesar de mis continuos cambios de opini贸n y mis continuas destrucciones de blogs, siempre regreso a m铆 mismo: siempre vuelvo al mismo blog. Supongo que ensayo destrucciones para fingir movimiento o para hacerme creer que he salido de mis cuevas de Tora Bora, pero no. Siempre estoy en el mismo sitio. Parece que mi destino consiste en cavar dentro de m铆: una manera de destruirse tan bella como cualquiera.