LA PRIMERA vacuna no me dej贸 ninguna secuela, pero la segunda que me pusieron el jueves pasado en el WiZink Center, tambi茅n de Pfizer, me ha dejado dolores en la rodilla izquierda a partir del tercer d铆a. Parece que es una secuela muy com煤n de esa vacuna, que se ir谩 muy pronto, por lo que no me preocupo. Llevo dos d铆as caminando coja, muy contenta de parecerme en algo a Byron, de parecerme en algo a Quevedo, y so帽ando que soy Isiah Thomas en el sexto partido contra los Lakers, finales de 1988, y el bal贸n me ha llegado a m铆.