A OTROS les hicieron sus padres, su familia, sus monjas o sus amigos o sus viajes o sus patrias, pero a mí me hicieron Victor y Hugo, Neruda y Plutarco, Lope y Quevedo, Nietzsche y Cioran, Gide y Pizarnik, Borges y Dostoyevski, soy un ser que tiene letras en lugar de huesos, que tiene palabras en lugar de músculos, las personas a las que más debo estaban muertas antes de que yo naciera y caben en una sola balda; solo dejé entrar a Iratxe y aita y también a ellos los convertí en páginas.